CIUDAD DE MÉXICO, México.- Los mexicanos elegirán mañana, por primera vez, mediante el voto popular, a sus jueces, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y magistrados de todo el país. El país está, así, en la antesala para renovar su Poder Judicial en una elección inédita.

Están en juego 881 cargos, que se dividen en nueve ministros de la SCJN, dos magistrados de las Salas Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), 15 magistrados de las salas regionales del TEPJF, cinco integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial, 464 magistrados de circuito y 386 jueces de distrito.

Las inéditas votaciones son la culminación de una reforma del Poder Judicial que, para sus defensores, democratizará la Justicia y, para sus detractores, la politizará. La complejidad de los comicios -habrá seis boletas con decenas de nombres desconocidos- ha generado preocupación.

Aquí algunas claves para entender lo que está en juego.

¿Cuáles son las críticas?

Las nuevas leyes modifican cómo llegar a ser juez y la carrera judicial quedó sustituida por un sistema de voto popular que exige menos requisitos a quien quiera postularse.

Según el partido oficialista, Morena, esto evitará mucha de la corrupción y el nepotismo que hay en la judicatura, pero sus críticos consideran que los jueces estarán politizados por lo que puede estar en peligro uno de los derechos básicos de cualquier democracia: el acceso a una justicia imparcial.

Distintos expertos expresaron preocupaciones. Un juez o jueza no debe representar a la población, sino solucionar sus conflictos, dice Gloria Alcocer, directora de un colectivo que promueve la participación social y experta en observación electoral.

La Justicia se alza como un muro de impunidad en México

Además, las leyes que amparan el voto de mañana están cuestionadas porque se aprobaron de forma acelerada, no se cumplieron requisitos para la designación de candidatos, se redujo el número de aspirantes con sorteos o no se atendieron resoluciones judiciales que cuestionaban el proceso.

Otro temor es que el crimen organizado pueda poner a sus candidatos porque hay aspirantes vinculados a investigaciones abiertas o que han defendido a conocidos delincuentes.

También preocupa que los votos no se contarán donde se emiten, sino que se trasladarán a juntas distritales. En las mesas electorales se elaborará un acta con el número de boletas recibidas y el total de votantes.

¿Votar o no votar?

En México, el voto no es obligatorio y no hay porcentaje mínimo de participación para legitimar los comicios. Las estimaciones oscilan entre el 5% y el 20% -en las últimas presidenciales fue del 61%- de los 100 millones de electores. El oficialismo movilizará a sus bases (35 millones de mexicanos votaron por la actual presidenta) pero personas que quieren ir votar, no tienen claro cómo hacerlo.

Matan en la calle a funcionarios de Ciudad de México

Hay un desconocimiento de los candidatos -son 7.700 aspirantes para 2.600 puestos- y los partidos políticos no pueden promover a ninguno. Sin embargo, corren por redes instructivos sobre a quién votar que las autoridades electorales ya investigan.

¿Hay otros ejemplos?

En ningún país del mundo se elige a todos los jueces por votación como se hará en México (parte en la convocatoria del domingo y el resto en 2027).

En Estados Unidos, se vota por algunos jueces locales y el sistema funciona sin mayores problemas.

En Bolivia, hace varios años que se vota por ciertos magistrados, pero en varias convocatorias los votos anulados y en blanco superaron los válidos.